Cuando escribas, no te conformes con hacerlo y guardarlo.
Releè lo que escribiste, despuès olvidàte del texto unos dìas y volvè a leerlo; seguramente lo vas a ver con màs conciencia y sin tanta emociòn como al comienzo.
No te olvides que siempre bulle primero el corazòn y està bien que asì sea. Luego, entra en juego la lògica normativa y se acomoda racionalmente lo que querìas decir con el sentimiento.
Las palabras organizan los pensamientos, por eso es importante releer y reescribir tantas veces como creas necesario.
Dejar decantar el texto te va a permitir darte cuenta de las repeticiones, de que
podès sustituirlas por pronombres, por sinònimos para que aquèl no se vea tosco.
